Los alcances del nuevo avance de la ciencia hacia la vida artificial

Es la primera vez que se habla de la producción de un pedazo de vida artificial.
Podrían crear microorganismos para producir biocombustibles y medicamentos o modificar enfermedades.
Científicos
estadounidenses anunciaron este jueves la creación en el laboratorio
del primer cromosoma artificial de una célula compleja, similar a las
que conforman organismos vivos como las plantas y los animales.
En otras palabras, es la primera vez que se habla de la producción de un pedazo de vida artificial.
Hasta ahora, la ciencia solo había logrado crear cromosomas
artificiales de células procariotas (es decir, sin núcleos) en virus y
bacterias. Las de la levadura y los seres humanos son eucariotas (tienen
núcleo).
El nuevo avance científico, que ya es considerado un hito de la biología sintética, fue publicado por la revista Science.
En el artículo se detalla que investigadores del Centro Médico Langone, de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos), construyeron un cromosoma modificado de levadura, que para el mundo científico es el último paso en la pretensión de generar el primer genoma sintético.
El hallazgo, que es el resultado de siete años de trabajo, empieza a ser calificado como la posibilidad
más real de producir organismos que, en primera instancia, podrían
generar productos químicos para uso industrial, medicamentos y hasta
biocombustibles.
La tarea implicó el diseño, por medio de programas sofisticados de
computación, de los dieciséis cromosomas de la levadura de la cerveza,
conocida científicamente como Saccharomyces cerevisiae.
Los científicos del Langone elaboraron una versión reducida del
cromosoma 3 de la levadura (el más pequeño), que tiene 316.667 bases
proteicas o genes y que controla la forma en que la levadura se
reproduce y se modifica genéticamente.
“El cromosoma hecho en el laboratorio se comporta de manera casi
idéntica al de la levadura original, solo que ahora tiene nuevas
capacidades y puede hacer cosas que la levadura salvaje no podría”, dijo
Jeff Boeke, director del proyecto.
Para lograrlo, el equipo hizo una serie de retoques a este cromosoma,
entre los que figuran la eliminación de los genes no deseados (los
cromosomas están conformados por genes).
Además le incorporaron algunos genes que lo dotaron de nuevas capacidades, entre ellas la posibilidad de sobrevivir en ambientes hostiles o, incluso, en altas concentraciones de alcohol.
El resultado es un paso importante en la búsqueda de la mejoría
selectiva de las propiedades beneficiosas de algunos microorganismos.
Dentro de ellas estaría, por ejemplo, aumentar la capacidad de algunas
bacterias para destruir residuos de petróleo.
Los
investigadores lograron este avance mediante procesos de biología
sintética, una rama de la ciencia que se desarrolló después de que
Craig Venter construyó el primer genoma sintético de una bacteria de
productos químicos en el 2010.
En ese momento, el trabajo de Venter tuvo mucha repercusión y generó
preocupación en el mundo científico, dado que se dijo que se estaba
jugando peligrosamente con la naturaleza.
Frente a eso, Boeke asegura que su equipo no está jugando a ser Dios, sino que “se dedica a la ingeniería genética en un sentido amplio y beneficioso”.
De acuerdo con el genetista colombiano Emilio Yunis, el hallazgo
constituye un avance gigantesco a partir del trabajo iniciado por
Venter.
“Este desarrollo –sostuvo Yunis– es la continuidad de estos trabajos
en un organismo más complejo, que abre no solo la posibilidad de
modificar la estructura genética y cromosómica de microorganismos de
levaduras para cambiar características y obtener beneficios, sino que
permite pensar en la posibilidad de que esto pueda aportar beneficios a
la humanidad”.
El mayor paso para construir un genoma en el laboratorio
Si bien el líder del estudio, Jef Boeke, director del Instituto de
Genética de Sistemas de la Universidad de Nueva York, reconoce el
trabajo pionero de Craig Venter, “su trabajo ha estado enfocado en crear
una réplica casi exacta de lo que ocurre en la naturaleza, y eso es muy
diferente de lo que hemos logrado nosotros”, le dijo Boeke al diario
‘El Mundo’, de España.
Boeke insistió en que su investigación “mueve la aguja de la biología
sintética desde la teoría hasta la realidad”. Definió este trabajo como
el mayor paso que se ha dado, a la fecha, en el esfuerzo internacional
para construir el genoma completo de una levadura sintética.
Se sabe, de hecho, que en esta carrera se han empeñado equipos de
investigadores de alto nivel y en estos momentos, por ejemplo, un equipo
del Imperial College de Londres trabaja en la sintetización del
cromosoma 11 de la levadura, que asegura que, hasta ahora, ha logrado
avances importantes en este propósito.
Boeke y su equipo, por supuesto, también están avanzando y piensan
que antes de que se acabe el año tendrán uno o dos cromosomas
artificiales más.
Opinión
Emilio Yunis
Genetista
Genetista
“Este avance no solo abre la posibilidad de modificar la estructura
genética y cromosómica de microorganismos de levaduras, sino que permite
pensar en la posibilidad de que esto pueda aportar beneficios a la
humanidad.”
Manuel Elkin Patarroyo
Inmunólogo
Inmunólogo
“Este importante avance abre un espacio gigantesco desde el campo
biológico, representado no solo en la generación o eliminación de
productos; también en el mejoramiento de especies y de la salud humana.”
REDACCIÓN VIDA DE HOY
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